jueves, 16 de agosto de 2012

Cine Imprescindible: Parte 03

Tercera y última parte de este catálogo personal de aquellos films que considero imprescindibles en los últimos 10 años. En los anteriores posts, tanto el primero, como el segundo, encontraréis el resto de la lista.

Uncle Boonmee Recuerda sus Vidas Pasadas (Apichatpong Weerasethakul) 2010

Mosaico hermoso sobre la vida y todo aquello que la compone. Weerasethakul se nutre de su cultura, su historia y pasado, del presente, de las leyendas, de los cuentos populares, de los sentimientos entre las personas, del misticismo, de los miedos, de la paz, de la vida, de la transformación... un seguido de situaciones y relatos para insuflar vida en (quizás) la película más enigmática y conmovedora de los últimos años.

Uncle Boonmee va más allá del sentido cinematográfico

Un Cuento de Navidad (Arnaud Desplechin) 2008

La familia es uno de los organismos más complejos que puedo llegar a imaginar. Son tantas las conexiones que existen entre aquello que la forma que es difícil definirla. ¿Cómo expresar amor y odio en una misma idea? Desplechin verbaliza todos los sentimientos y pensamientos de sus protagonistas. Muestra sobra la mesa todas las cartas que le interesa para que permanezca, justo por debajo de la narrativa, aquello indescifrable, ese vínculo invisible que une - en su propia naturaleza - a la familia.

Amalric, soberbio como el mal hijo en Un cuento de Navidad

Love Exposure (Sion Sono) 2008

Arrollador manga en carne viva. Película de 4 horas que se siente como un soplo. Ligera e intensa a partes iguales. Sion Sono une romanticismo y religion recordando la frescura de los films de la Nouvelle Vague. Es una propuesta tan surrealista y a la par contundente que sólo puedes tomártela en serio y dejar que te impregne la sinceridad y la locura de sus protagonistas.

Religión, amor, travestismo, voyeurismo... todo cabe en Love Exposure

El Niño (Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne) 2005

La visión de Robert Bresson sigue vigente gracias a los cineastas belgas. El Niño, en mi opinión su película más redonda, no es sólo una historia conmovedora donde reina la compasión, es también una lección de cine. Un forma de hacer cine que te educa la mirada mientras lo estás viendo, un cine que agudiza tu sensibilidad en la utilización de los planos, en la yuxtaposición entre ellos y en cómo se suceden. Un cine de la exactitud, de la sencillez. Una obra maestra de una forma de entender el arte cinematográfico.

La naturalidad encuentra lugar en la exactitud de los Dardenne. El niño

Deadwood (David Milch) 2004

El único ejemplo de propuesta de cine clásico que añado a la lista es esta serie de la HBO creada por David Milch. Deadwood es un western oscuro y realista, fuertemente shekaspeariano y de una densidad considerable. Su narrativa lleva los conceptos del postclasicismo emergentes en el cine de Coppola, Friedkin o Scorsese a lo más alto. Ni Clint Eastwood ni los hermanos Coen ni David Fincher. Los personajes de Milch y sus complejos dramas es el mejor ejemplo de clasicismo hecho en años. Puntualizar que la serie no tiene desenlace (no importa, el viaje merece la pena aunque es doloroso llegar a un no final), y mencionar que su personaje principal, Al Swearengen, es - en mi humilde opinión - el mejor personaje de la historia del cine.

Sencillamente Swearengen

Con esto concluímos esta lista de 15 títulos. Si creéis que hay otros que no menciono y deberían estar no dudéis en escribirlo en los comentarios. Esta lista es personal y tiene más que ver con mi forma de entender el cine que con el cine en si.

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