miércoles, 12 de septiembre de 2012

Érase una vez Yuri Norstein: Un jardín hacia el olvido

En La Garza y la Cigüeña dos pájaros se buscan en el enamoramiento hasta la eternidad. Un toma y daca de quiero y no quiero que hace aflorar los sentimientos de cada animal, tanto en los momentos que se encuentran solos como en aquellos pocos donde se tienen el uno al otro. Sus paseos van y vienen entre plantas silvestres, glorietas de piedra vieja y escalones gastados, un mundo que han habitado ya en su decadencia, pero que para ellos es su única realidad.

¿Qué mueve a la Garza y a la Cigüeña a
buscarse y rechazarse constantemente?

La luz plateada, las neblinas, las cortinas de lluvia... un constante llanto y una pátina romántica de aquello que perdura. Los lugares de Norstein parecen salir de sus deseos de mantener vivos universos imaginados, vividos y soñados, pero con la constancia que habitamos las ruinas de la gloria de una cultura que se ha transformado, y como la luz de la llama de una vela podemos ver sus sombras en la oscuridad, un aliento débil de donde aún pueden surgir historias.

En la lejanía se celebran fiestas con fuegos artificiales, los dos pájaros anhelan poder asistir acompañados uno con el otro a ese horizonte que resulta tan lejano e inalcanzable. A medida que avanza el cuento y llegamos al final con su moraleja infinita se dibuja con más claridad la burbuja donde viven la Garza y la Cigüeña, siendo ellos los únicos habitantes de un limbo, la pintura gastada de la Rusia romántica.

Un jardín devorado por el tiempo

Los dos pájaros en su constante flirteo mueven el engranaje que hace que el mundo del pasado siga -aunque de forma espectral- vivo. Son las acciones, y las emociones que estas encierran, lo que permite que un universo perdure, no sus rocas ni sus colores, sus columpios ni escalinatas. Son La Garza y la Cigüeña el motor que hacen que ese jardín exista, es su condena y su imposible unión las que en forma de fatum permiten que la nostalgia perdure y podamos habitarla, aunque sea desde la imaginación, hasta que, como todo, el olvido lo consuma.

Aquí podéis ver La Garza y la Cigüeña subtitulada en inglés, y aquí podéis ver Cuento de cuentos.

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